Eran casi unos niños

Las esperanzas fueron en vano, el joven tenía el rostro y la cabeza destrozados a balazos.
Otro de los menores fue bajado de la camioneta por sus familiares, pero también, fue en vano.
Los paramédicos ya habían determinado que estaban sin vida.

Cuatro menores de edad y un adulto murieron acribillados cuando circulaban en una camioneta de lujo en la colonia Sinaloa.
Otra persona más fue ‘levantada’ por los sujetos armados.
Las víctimas mortales fueron identificadas extraoficialmente por las autoridades como Manuel Cháidez Arellanes, de 24 años, Jesús Alejandro,  de 13, Jesús Adrián,  de 15,  Uriel García, de 17, y Humberto, de 16, este último falleció cuando recibía atención médica en el hospital.

Otra persona más identificada como Cipriano Sicairos García, de 30 años, fue privada de la libertad por el grupo de sujetos armados.

El agente del Ministerio Público da fe de los hechos.
Los hechos
El reporte se registró a las 13:30 horas de ayer, sobre la calzada Heroico Colegio Militar esquina con la calle Águila, del sector antes mencionado.

Todos los jóvenes viajaban de norte a sur sobre la calzada a bordo de una camioneta Mercedes Benz negra, placas VMP6154 del estado.

En el sitio referido fueron interceptados por un grupo armado, quienes les dispararon con rifles ‘cuerno de chivo’.
Manuel Cháidez Arellanes quedó muerto en el asiento del copiloto de la unidad.
A decir de testigos, Cipriano fue sometido y  privado de la libertad por los delincuentes.
Familiares de las víctimas llegaron rápidamente al lugar, y con la esperanza de que los paramédicos les brindaran la ayuda bajaron de la camioneta a Manuel Cháidez.


A los costados de la camioneta quedaron los cuerpos de dos de los jóvenes.
Las esperanzas fueron en vano, el joven tenía el rostro y la cabeza destrozados a balazos.
Otro de los menores fue bajado de la camioneta por sus familiares, pero también, fue en vano.
Los paramédicos ya habían determinado que estaban sin vida.


Los cuatro menores que viajaban en el asiento trasero del vehículo quedaron encima unos de otros.
Paramédicos llegaron y revisaron los signos vitales de cada uno de los jóvenes.
Tres de ellos murieron en el lugar, mientras que Humberto estaba aún con vida.


Los socorristas lo sacaron debajo de los cuerpos de sus compañeros, y luego lo trasladaron a un hospital,  minutos más tarde falleció cuando recibía atención médica.
El joven murió a consecuencia de las múltiples heridas que presentó en el cuerpo.




Autoridades en el lugar del hecho.
El lugar
La zona se llenó de decenas de agentes de las diferentes corporaciones y elementos del Ejército.
Policías sólo se limitaban a resguardar la zona y algunos hasta se daban tiempo de tomar fotografías con sus celulares.


Con impotencia y desesperación, familiares de las víctimas pedían a gritos más ambulancias para que llevaran a los baleados a un hospital.



La camioneta presentó cinco impactos de bala en el parabrisas y decenas más en los costados.
Tan sólo la carrocería y los cristales del lado derecho de la unidad presenta más de 20 disparos.
Conforme pasaba el tiempo, seguían llegando familiares, quienes al ver la escena soltaban el llanto y el ambiente se tornaba más tenso.


Uno a uno, personal de la Procuraduría General de Justicia fue subiendo los cuerpos a la unidad forense.
Mientras el personal forense tomaba imágenes del lugar y recababa evidencias, uno de los familiares le dijo a un agente del Ministerio Público, que cuánto quería que le pagara por dejarle quemar la camioneta donde habían matado a sus familiares. Alterado, el joven le repetía una y otra vez lo mismo al funcionario hasta que los policías intervinieron para calmarlo.


A pesar de que el lugar donde sucedieron los hechos estaba muy concurrido, nadie pudo proporcionar características de los responsables ni tampoco del vehículo en el que huyeron.
Hasta el cierre de la presente edición, se desconocía el paradero del joven que fue ‘levantado’ por los delincuentes.